miércoles, 19 de mayo de 2010

el lenguaje

EL LENGUAJE

 

Prof. Marta A. Salas

 

El lenguaje es la manifestación sensible del poder que tiene el hombre de penetrar en la realidad más allá de la multiplicidad de estímulos, y de abarcar mucho campo y ganar una posición de dominio frente a todo aquello que le afecta de algún modo. Cuando sabemos el nombre de una realidad, parece que dominamos en cierta medida. Dar nombre es caracterizar, enmarcar, delimitar, tener en cierto grado bajo control.

El lenguaje permite al hombre orientarse al enmarcar y dar sentido a los mil y un fenómenos que tejen su vida diaria. La vida del hombre se constituye con trama de interrelaciones. El vehículo de estas es la palabra. El lenguaje es un campo de luz en el cual se iluminan las cosas y fenómenos con sólo ocupar el puesto que les corresponde.

Aprender a hablar es aprender a localizar las realidades y acontecimientos en este prodigioso campo de iluminación que el hombre utiliza en cuanto se halla envuelto promocionalmente por él.

El lenguaje es una matriz constitutiva de identidad (individual y social). Nada hay en el lenguaje que no sea la resultante de situaciones de producción humana y social. Desde las primeras frases y palabras (mamá, leche, te quiero) hasta las más complejas asociaciones que podamos construir, todas son resultado de las experiencias.

El cerebro no nace cargado de idioma, de palabras, viene dotado biológicamente para poner en ejecución sistemas asociativos, técnicos, para hacer hipótesis, para percibir la realidad, pero ese potencial biológico, requiere de! contacto humano para desarrollarse.

Cuando el niño descubre que con sonidos puede designar cosas es el momento en que tiene acceso a la función simbólica. Gracias a esta función, el hombre puede dominar el pasado, se proyecta al futuro, trasciende el límite aquí y ahora para expandirse mentalmente de manera ilimitada.

El desarrollo del lenguaje está indisolublemente unido al desarropo de la vida afectiva. Las palabras, con sus matices, contribuyen a expresar los estados afectivos, es pues en la en la relación social. El lenguaje cumple una función de mediación entre el sujeto y el mundo.

ONTOGENIA DEL LENGUAJE: el desarrollo del lenguaje en el niño es un proceso de carácter biológico, dolado de leyes internas. Cuando e! niño nace presenta ya algunos procesos fisiológicos que más tarde participan en la función del lenguaje. Las principales actividades son: respiración, succión, grito y llanto. Estas actividades se van complicando y desarrollando para formar la función del habla y más tarde la del lenguaje.

En la respiración, en el movimiento de inspiración, se contrae un conjunto de músculos principales (diafragma, intercostales, pectorales, etc.) algunos de los cuales son protagonistas principales de los movimientos, mientras que otros son auxiliares.

En la contracción cada músculo genera un mensaje sensorial que llega a la corteza, denominado "propioceptivo'' (es la sensación de uno mismo) o ''cinestésico" (es la sensación de movimiento).

La coincidencia en el tiempo de varios de estos mensajes propioceptivos constituyen una combinación, combinación tanto en la coincidencia de las contracciones musculares como en la de los mensajes propioceptivos que llegan al cerebro.

Interesa retener que esta coincidencia de aferencias propioceptivas se repite en cada movimiento respiratorio y que justamente esta repetición es lo que tiende a estabilizarla y darle fijeza. Del mismo modo, cada contracción va quedando ligada estrechamente a las que la preceden y por consiguiente se establecen "cadenas" de actividades propioceptivas-motoras que van consolidándose. Lo mismo que hemos indicado con los movimientos respiratorios, sucede con la succión y la deglución, el grito y el llanto. Cada una de estas actividades fisiológicas en su repetición, nunca produce lo mismo, y se amplía así el conjunto de fórmulas. Es por esto que el lactante, día a día, cambia la tonalidad y la gama de sonidos de sus gritos y llantos. Estos dos aspectos son los que sustentan al lenguaje: estabilidad que confiere la repetición; y flexibilidad y ampliación del repertorio por la variación circunstancial.

Comienzo del juego vocal. En la etapa de comunicación que estamos considerando o pre-lingüística, comienzan las actividades que constituyen lo que se ha denominado "juego vocal" o "balbuceo", "laleo''. Son repeticiones incesantes de sonidos vocales, preparatorios para la función del habla. Esto acontece durante el primer semestre.

El juego vocal se produce especialmente en los momentos de tranquilidad fisiológica, cuando no hay estímulos externos intensos, que reclamen la atención del niño, y además cuando sus necesidades están satisfechas. En este período el niño emite "vocalizaciones" y sonidos culturales. El bebé repite en forma continua los motivos, que a veces lo entretienen dos o tres días hasta que incluye otro nuevo que se intercala con el anterior, lo sustituye o combina con él o se pierde.

Hacia los dos meses el niño es capaz de responder a las incitaciones de la madre en un proceso de aprendizaje que corrientemente se denomina ''imitación". Puede comprobarse que cuando la madre emite sonidos propios de esta etapa (propioceptivos) del juego vocal (aaaggg) el niño responde moviendo los labios y emitiendo un sonido similar.

Según Piaget, el desarrollo del hábito del lenguaje en el niño se produce por articulación casual de una sílaba, por ej. "da", lo que induce al bebé, al oírse a sí mismo, a repetirla.

El impulso auditivo se trasmite a los centros cerebrales, donde se descarga por las neuronas aferentes en los grupos musculares usados para pronunciar la misma palabra. La articulación ha pasado ahora a la etapa de ser capaz de estar controlada por el receptor auditivo.

Luego la voz del otro excita la voz del niño, que comienza con la repetición de sonidos familiares. Sólo serán asimilados al esquema interno aquellas percepciones que resultan interesantes o significativas para el niño. Serán interesantes o significativas en tanto que intervengan en el funcionamiento de una acción y quede asimilado a un esquema sensorio-motriz.

La niña dice "da" y la madre interpreta que dice "mamá", la madre dice mamá y la nena repite mamá.

Surge así el gorgeo, donde imita los sonidos que le interesan como si quisiera probar sus posibilidades vocales y retener las que logran éxito. Esta primera fase de la imitación y de la invención unidas, termina en la constitución de un parloteo que sobrepasa al gorgeo pues tiene un valor intencional.

Esta etapa sucede en los primeros 12 meses de vida. También en esta etapa ya aparecieron el índice y la señal. En el índice el elemento significante es parte del objeto mismo, por ej. la tetina es parte del alimento. Señal es incorporada a un esquema de manera rápida. Es de carácter artificial, se convierte en parte del suceso que anuncia. Por ej., los ruidos que anuncian la proximidad de la comida que la madre le dará al niño, los ruidos al preparar la mamadera, desabotonarse la blusa antes de darle de mamar, etc.

En el último estadio de la fase sensorio-motriz, la coordinación de los esquemas se independiza lo suficientemente de la percepción inmediata y de la experiencia empírica, como para dar lugar a combinaciones mentales. Recién entonces podremos hablar de representación, aproximadamente a los 24 meses de vida, y que le permitirá 1) anticipar un resultado, 2) elaborar estrategias elementales.

La capacidad de representación, denominada función simbólica alude al hecho típicamente humano de referirse a algo mediante un intermediario (un gesto, un sonido, etc.). Al comienzo la función simbólica se basa en el empleo de símbolos de valor individual y luego progresa hacia el empleo de signos, cuya significación es válida universalmente.

Piaget afirma que la adquisición del lenguaje está subordinada al ejercicio de la función simbólica a su vez apoyada en el desarrollo de la imitación y del juego, tanto como en el desarrollo de los mecanismos verbales.

Habría para Piaget una representación en sentido amplio, esta representación está vinculada con un sistema de conceptos o esquemas mentales y la representación en sentido estricto, se reduce a la imagen mental o al recuerdo-imagen, es decir, a la evocación simbólica de las realidades.

Entre las conductas que implican la evocación podemos distinguir: la imitación diferida, que se inicia en ausencia de un modelo; el juego simbólico, el niño hace como si, utiliza sustitutos de la realidad, o sea símbolos, pero a diferencia de los símbolos lingüísticos, los de sus juegos tienen carácter individual, y sólo son comprendidas por él.

El dibujo: es un intermedio entre el juego y la imagen mental.

Lenguaje: cuando el niño dice guau-guau, existe una representación verbal del perro.

La función simbólica, definida como poder hallar a un objeto en la representación y a esta representación un signo, permite al niño operar sobre significaciones de las cosas representadas por signos y le da oportunidad de manejarse no sólo con la acción inmediata, actual, o sea con los elementos concretos de una situación, sino también con sus símbolos, o sea con sustitutos de la realidad.

Aproximadamente a los 24 meses (final de la etapa sensorio-motriz) el niño comienza a utilizar símbolos, utiliza papelitos en vez de dinero, una piedrita por un caramelo.

A parir de los 2 a los 4 años Piaget sitúa los primeros esquemas verbales que poseen una generalización muy precaria. Estas primeras palabras siempre tienen una relación simbólica con el objeto del que provienen y la generalización tiene mucho de subjetivo, por eso cuando el niño dice tutu cuando ve un tren y luego cuando ve un auto, lo general que él capta es el aparecer y desaparecer, entonces lo que se capta para analizar no es lo esencial del objeto, sino que es arbitrario, de allí que el niño utiliza la misma onomatopeya para designar lo que aparece y desaparece.

Estos esquemas verbales son algunos de los intermediarios entre las estructuras sensorio-motrices y los conceptos.

No son ni esquemas sensorios puros, ni conceptos puros. Del esquema sensorio-motriz conservamos modos de acción generalizables, que se aplican a objetos cada vez más numerosos (dicen papá a todos los hombres alejados a 20 metros) y del concepto, anuncian el elemento característico de comunión, puesto que son fonemas verbales que los ponen en relación con la comunicación de un tercero. Poseen dos limitaciones para ser conceptos a) que posee una significación cambiante, dado que el concepto supone una significación fija, las especies y los géneros aún no están bien establecidos; b) le falta la categoría de signos abstractos.

El mismo significado de intermediarios van a tener en esta etapa los preconceptos.

Sabemos que el lenguaje inicial está hecho ante todo de órdenes y expresiones de deseo, son las denominadas palabras frases, por ej. cuando un niño dice leche, está significando dame la leche. Por otra parte el pre-concepto, es un concepto aparente, ¿por qué? porque concepto constituye una clase que abarca a todos los elementos o individuos los que comparten la misma propiedad, Mesa es una clase que abarca a todos los elementos que comparten la misma propiedad: superficie horizontal sostenida por cuatro patas, después puede ser de madera o de hierro, es decir, los conceptos son sistemas de clases, conjuntos de objetos agrupados según relaciones de encajes jerárquicos (parte y todo).

Ahora bien, la primera cuestión es saber cómo, de ese lenguaje ligado a! acto inmediato y presente, el niño procede a la construcción de las representaciones verbales propiamente dichas. En otras palabras ¿cómo pasa el niño de ese lenguaje ligado al acto a las representaciones verbales?. Ese paso lo hará mediante el relato. El niño relata cosas y situaciones a veces para los demás, a veces para sí mismo, por ej. después de una visita cuenta, Roberto llorando, pato nadando lejos.

¿Que sucede cuando una situación vivida es relatada? Ya no hay intención de manejar la situación, se produce la liberación del esquema verbal de la situación real Es una representación. Y por esa vuelta a presentar que es la representación, la palabra comienza a funcionar como signo, es decir ya no simplemente como parte del acto sino como evocación de este. Es entonces, y sólo entonces, cuando el esquema verbal llega a desprenderse del esquema sensorio-motor, para adquirir la función de representación, es decir, de nueva presentación. El relato puede tornar la característica de la descripción, la cual se vuelve así, representación actual doblando la presentación perceptiva en el presente, tanto como en el pasado. El mejor indicio de los progresos de esta conceptualización es la aparición de la pregunta ¿qué es?.

Será durante la etapa pre-conceptual que estamos considerando que (de 2 a 4 años) el niño a través de la pregunta ¿qué es?, los relatos y las descripciones se irán de a poco desligando de la acción. El niño habla actuando aún cuando está solo. Luego y en forma gradual ese monólogo se interioriza, aunque aún precariamente, hasta llegar a preceder a la acción.

El razonamiento del niño en esta época es transductivo, va de lo particular a lo particular, es un razonamiento donde el niño fuerza la realidad para acomodarla a sus intereses, es un razonamiento sin encajes reversibles de clases y relaciones jerárquicas. No hay ajuste del pensamiento a la realidad objetiva.

Ej. de razonamiento transductivo: J. quiere ver a un vecinito jorobado que encuentra en  su paseo. Días antes había preguntado el por qué de esa joroba, y después de las explicaciones dijo "pobre muchacho está enfermo", después había querido volver a verle, le dije que no iba a ser posible pues estaba enfermo con gripe en cama. Al día siguiente salimos de paseo y en el camino pregunta "¿está todavía enfermo en cama?" No, ya se levantó, y ella responde "Ah, entonces ya no tiene joroba".

En este momento la mentira surge señalando uno de los grandes progresos de la humanidad, progreso intelectual, por cuanto la deformación de lo real supone el manejo de las primeras construcciones deductivas, característica esencial del pensamiento naciente. El primer razonamiento del niño alcanza esa libertad de deformación que caracteriza al juego simbólico o de imaginación. La realidad es arreglada como en el juego.

La transducción será pues, una especie de experiencia mental que prolonga las coordinaciones sensorio-motrices en el plano de las representaciones, y estas representaciones no constituyen conceptos generales.

Estarnos ya en la etapa intuitiva (4 a 7 años), época de los razonamientos transductivos. El relato gana en coherencia, claridad y comunicabilidad.

Es una etapa en la que el niño observa mejor la realidad concreta. Sin embargo la súper abundancia verbal y la tendencia de llevarlo todo a la experiencia personal, hacen que el niño no comprenda aún que su punto de vista es uno de los tantos posibles. El mundo no es para él más que una respuesta a sus necesidades y deseos.

Que el niño pueda gracias al relato anticipar sus acciones futuras mediante la representación verbal, tiene tres consecuencias para el desarrollo mental:

1) Un intercambio posible entre individuos, es decir, el inicio de la socialización de la acción (pues mientras el lenguaje no ha adquirido una forma definitiva, las relaciones entre individuos se limitan a la imitación de gestos corporales).

2) Una interiorización de la palabra,  es decir, la aparición del pensamiento propiamente dicho, que tiene, como soporte el lenguaje interior y el sistema de signos.

3) Una interiorización de la acción, la cual de puramente perceptiva y motriz que era hasta los 18 meses puede a partir de ese momento reconstruirse en el plano de las imágenes y de las experiencias mentales.

En la medida que puede verbalizar su acción y relatar acciones pasadas, existe un mayor intercambio entre él y los demás. Pero no creamos que el niño comunica enteramente su pensamiento. Comprobamos que en esta época son muy rudimentarias las conversaciones entre niños. Recién a partir de los 7 años los niños empezarán a discutir entre sí mientras se limitan a confrontar sus afirmaciones.

De los 4 a 7 años es la época de los por qué, mediante esta pregunta el niño no busca una explicación objetiva, que no estaría en condiciones de comprender sino la relación que pueda existir entre el objeto de su pregunta y sus necesidades, sus deseos o temores.

El niño de este nivel no tiene acción de conjunto del problema. Muestra una especie de impermeabilidad a la experiencia, no forma hipótesis, pero cree en la eficacia de su conducta y no puede abandonar los comportamientos estériles, que fracasan para seguir otros y hacer tentativas.

Todo esto nos muestra hasta qué punto la visión del mundo en este estadio, aunque más realista, siguen siendo egocéntrica y cercana a los que era en el nivel precedente.

A partir de los 7 años el pensamiento se hace más analítico y sensible a las relaciones objetivas. Es la edad de la razón, se sobrepasa la simple afirmación basada en la creencia del deseo, en las apariencias perceptivas.

En este momento aparecerá la noción de concepto, entendiendo por tal, una definición fija, que corresponde a una convención estable, que asigna su significación al signo verbal. En el concepto hay inclusión de una clase en otras, un perro es un perro y un animal Mientras que en el esquema guau hay una relación subjetiva impresa por el sujeto.

Con la aparición de la reversibilidad el pensamiento de intuitivo se convierte en operativo, porque las acciones se transformaran en operaciones. Gracias a la organización de sistemas de conjunto, el pensamiento llega a la lógica y adquiere una coherencia que antes no tenía. Antes de los 11 años la lógica no es independiente de su contenido concreto y por eso la llamamos "lógica concreta",. pues si bien han aparecido las operaciones lógicas, continúan ligadas al contexto en que se formaron, así como a la presencia material de los objetos a que se refieren.

La curiosidad y el interés del niño se hacen insaciables, como en ninguna otra edad países lejanos, costumbres de pueblos extranjeros, épocas remotas, comienzan a apasionarle tanto como el funcionamiento de su propio cuerpo o la estructura del globo terrestre. Se interesa por los hombres prehistóricos, o por el mundo de los animales y de las plantas, por los fenómenos de crecimiento y de reproducción. El mundo se aparece al niño en su riqueza y diversidad.

Sin embargo aún se muestra incapaz cuando se trata de simples proposiciones verbales aunque haya alcanzado la conservación de la materia.

Disminuye el egocentrismo con la real socialización del individuo. ¿Cómo se opera esa socialización? Por una transformación del punto de vista inicial, donde sin abandonar totalmente su punto de vista lo sitúa simplemente entre el conjunto de los otros puntos de vista posibles.

Será recién a partir del duodécimo año, con la aparición de las operaciones formales que aparecerán, las posibilidades de razonamiento hipotético-deductivo, que asegurarán al pensamiento su plena expansión. Aparecerán las preocupaciones filosóficas y morales.

Mientras en el período de las operaciones concretas el niño se complace en enumeraciones exhaustivas (tipos de auto o de aviones) en la necesidad de informarse sobre las relaciones recíprocas de una familia y sus preguntas acerca de la autoridad de tal persona sobre otra en el período de las operaciones formales, se le ve adoptar desde el punto de vista de la inteligencia y por ende en su lenguaje, se le ve reflexionar, plantearse problemas, pensar el pro y el contra antes de tomar una decisión, valorar diferentes eventualidades y emitir hipótesis. El niño suspende la acción y posa por las ideas, somete sus elaboraciones a una crítica más rigurosa. En la conversación aparecen términos abstractos, utilizados correcta o incorrectamente, junto a nociones generales como el bien y la justicia, etc.

 

FUNCIONES DEL LENGUAJE

Podemos decir, y ya para finalizar, que el lenguaje cumple una función social, una función psicológica, y una función de ejercicio mental.

Función social: permite la comunicación, la integración del niño con el grupo y participación en la mentalidad colectiva. Con el lenguaje todo el sistema de conceptos sociales le ofrece al niño proporcionarle los cuadros dentro de los cuales se organiza su experiencia.

Función psicológica: el lenguaje sirve para consolidar la impresión sensorial de los objetos y aún para conferir al objeto su duración. Reemplaza al objeto cuando éste esta ausente. Al pronunciar la palabra el niño se asegura de que ésta le corresponde, hace presente lo ausente.

Función de ejercicio mental: (y físico) Como el juego, es un ejercicio corporal, y sirve para afianzar el sentimiento que el ser comienza a tener de sí mismo.

Ursa cuarta función es la cultural, mediante el lenguaje el niño tendrá la. revelación de un mundo de otra clase que no es el de las realidades tangibles.

Osterrieth señala un elemento fundamenta! de la adquisición del lenguaje: el afectivo.

Pues ya en los gritos el bebé es capaz de provocar reacciones en los demás. Como lo será siempre productora de efectos sobre los seres humanos. Efectos positivos y negativas ya que puede llevar a la cura en algunos casos, como lo ha demostrado el psicoanálisis, y a la devastación psíquica en otros.

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introduccion a la psicolinguistica



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ÍNDICE........................................................................................................................ 1

introducción ......................................................................................................2

bloque I                      el problema de la adquisición                                     3

¿ES EL LENGUAJE ALGO NATURAL EN EL HOMBRE O SIMPLEMENTE ES ALGO QUE SE APRENDE?................................................................................3

¿Siguen reglas los niños cuando aprenden a hablar?............5

bloque II    relaciones entre el conocimiento y el uso del lenguaje     6

¿CÓMO ES LA “GRAMÁTICA” MENTAL DE LOS HABLANTES?................6

¿HACE ALTA UNA GRAMÁTICA TRANSFORMACIONAL

PARA HABLAR?........................................................................................................8

bloque III             producción y comprensión del lenguaje                        8

¿CÓMO COMPRENDEMOS EL LENGUAJE?.................................................... 8

¿CÓMO PLANIFICAMOS Y PRODUCIMOS EL LENGUAJE?.......................10

CONCLUSIONES...................................................................................................... 11

BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................ 12

 

 

 

INTRODUCCIÓN

La psicolingüística es una disciplina relativamente nueva y sería un error creer que sólo se trata de un término nuevo para designar lo que antes se solía y se suele denominar “psicología del lenguaje”.

Se podría definir como el estudio del lenguaje y la mente.  Como su propio nombre sugiere, es una disciplina que une la psicología y la lingüística y por lo tanto quien la estudia son los propios psicólogos y lingüistas.  Ambos pertenecen a la categoría de científicos sociales cuya labor consiste en elaborar y contrastar hipótesis. El objetivo común de los propios psicolingüistas es descubrir las estructuras y los procesos que subyacen a la capacidad humana de hablar y entender el lenguaje. 

Para comprender mejor qué es la psicolingüística voy a citar palabras de un conocido investigador, que señalaba que: “Cuando uno se enfrenta a la pregunta de qué es lo que hacen los psicolingüistas, resulta bastante decepcionante tener que responder que todo” y dicho con palabras de Tanenhaus, “Ofrecer una visión coherente de la psicolingüística es como reconstruir uno de esos retratos-robot de la policía.  No se pueden usar todas las piezas, y uses la que uses nunca te saldrá del todo bien”.  Así que encontrándonos con esta situación, lo mejor es optar por la especialización. 

Como no puedo abarcar todos los temas en los que quedaría dividida la psicolingüística, en este trabajo voy a hacer una breve introducción sin abarcar grandes conceptos, ya que lo que pretendo en todo momento es que el lector tenga una idea general de lo que es la psicolingüística y los puntos más importantes, por todo lo cual voy a tratar solamente de tres de los temas más importantes, como son:

§       El problema de la adquisición, donde aparecen cuestiones como: ¿es el lenguaje algo natural en el hombre o simplemente es algo que se aprende? o, ¿Siguen reglas los niños cuando aprenden a hablar?

§       Relaciones entre el conocimiento y el uso del lenguaje. ¿Cómo es la “gramática” mental de los hablantes?¿hace falta una gramática transformacional para hablar?

§       Producción y compresión de lenguaje. ¿Cómo comprendemos el lenguaje? ¿Cómo planificamos y producimos el lenguaje?

 

 

BLOQUE I                        El problema de la adquisición                                         

 

 

¿ES EL LENGUAJE ALGO NATURAL EN EL HOMBRE O SIMPLEMENTE ES ALGO QUE SE APRENDE?

 

Cuando las personas nos ponemos a hablar sobre el lenguaje la primera pregunta que se nos suele ocurrir es si el lenguaje es algo natural o si por el contrario, es algo que aprendemos.  En cierto modo, es obvio que los niños “aprenden” la lengua a la que se hallan expuestos, ya sea el chino, inglés, español..., así pues, no se puede negar que el “aprendizaje” es muy importante.  Sin embargo a la cuestión de si el lenguaje procede en parte de la naturaleza o totalmente del aprendizaje o la cultura se le suele denominar la “controversia entre natura y cultura”.

              Existe un modo de explicar el aprendizaje de los animales que ideó un psicólogo llamado Skinner.  Pretendía explicar el lenguaje como un conjunto de hábitos que se van formando durante la vida.  Para ello, lo único que haría falta sería la observación sistemática de los sucesos que acontecen en el mundo exterior y que llevan al hablante a articular sonidos.  Las explicaciones sobre el lenguaje se basaban en un trabajo con ratas y palomas.  Se había demostrado que, con tiempo, se podía adiestrar a estos animales en una gran variedad de tareas, siempre y cuando se siguieran dos principios elementales.  En primer lugar, las tareas debían descomponerse en una serie de pasos cuidadosamente graduados.  En segundo lugar, había que recompensar repetidamente a los animales.  Este tipo de aprendizaje fue denominado: condicionamiento operante.  Puede decirse que a través de este mecanismo es como tiene lugar la inmensa mayoría del aprendizaje humano, incluido el aprendizaje del lenguaje.  Por tanto, lo único que hace falta para entender el lenguaje es identificar las “variables controladores” que nos permiten predecir ciertos enunciados.

              Pero no resulta tan fácil cuando se trata del “lenguaje”.  Es muy difícil predecir qué es lo que va a decir un individuo concreto en una situación determinada, por ejemplo ante un cuadro, cada cual puede tener opiniones diversas.  Con lo que se demostraría que no existe total control sobre la respuesta del individuo.  Otro de los inconvenientes de la comparación de ambos aprendizajes sería en relación al tipo de refuerzo que hay que dar, que sería el segundo paso del experimento, ya que normalmente, y poniendo un ejemplo de aprendizaje del lenguaje, a un niño le reforzamos si nos dice una frase verdadera, es decir que el significado que tenga sea correcto, aunque estructuralmente sea incorrecta.  Por ejemplo: “gatito sombrero”, y nos enseña un gatito con un sombrero puesto, a si nos dice: “el gatito lleva puesto un sombrero” y nos enseña un gatito sin sombrero. 

Al igual que estos dos problemas existen otros tantos al  comparar el aprendizaje de los animales con el aprendizaje del lenguaje en las personas. Éstos deberían ser observados cuidadosamente para poder dar la respuesta correcta a la cuestión de cómo adquirimos el lenguaje.  Tenemos que tener en cuenta, sin embargo, que hay otras actividades humanas que sí se pueden aprender de la misma manera que los animales aprenden.  Entonces, mi pregunta es: ¿Por qué el lenguaje no?

En primer lugar tengo que decir que el lenguaje hace uso tanto de operaciones dependientes de la estructura, como de operaciones independientes.  Es decir que la lengua tiene una estructura interna y otra externa.  Cuando decimos una frase, la frase en sí, la parte morfo-sintáctica que tiene, puede decirse que es la estructura externa, mientras que la parte semántica, sería la estructura interna.  Por ejemplo: “El niño tiene una pelota roja” sería la estructura externa que está compuesta por un artículo, un sustantivo, el verbo con su correspondiente complemento y éste con un adjetivo.  Pero esta estructura no siempre es igual, ya que cuando se cambia a interrogativa, por ejemplo, se añaden nuevos términos: “¿Tiene el niño una pelota roja?”.  Ahora bien, todos entendemos el significado de esta frase, pero es muy difícil decirlo sin utilizar palabras, pues, eso que nos dice la frase anterior con palabras y que queda grabado en nuestra mente bien como una idea o una imagen...  es la estructura interna.

Hay que tener en cuenta que estoy hablando de una estructura externa de la lengua española y que hay diferente lenguas como la inglesa, alemana, china... que tienen estructuras externas diferentes. Sorprendentemente si observamos detenidamente todos los niños que aprenden una lengua parecen saber automáticamente que el lenguaje emplea operaciones dependientes de estructura, y esto se podría explicar perfectamente a través del innatismo, es decir, que cabe la posibilidad de que los humanos tengamos un conocimiento innato de este fenómeno.

Después de poner dos ejemplos claros, uno sobre si el lenguaje se aprende, con el experimento de las ratas y las palomas, y otro de si es natural del hombre con el ejemplo de las operaciones dependientes de estructura veamos otro punto importante para sacar en claro como es la adquisición del lenguaje.

 

¿Siguen reglas los niños cuando aprenden a hablar?

 

Por decirlo de alguna manera, tanto el comportamiento de los niños como el de los borrachos es igualmente desconcertante.  Oír hablar a un niño es algo muy dificultoso de estudiar ya que emite una serie de fonemas sin orden alguno, con lo que  es más problemático interpretar los enunciados infantiles que descifrar su habla, que al fin y al cabo se descubre por la situación o el contexto.

Los niños comienzan emitiendo sonidos, con el balbuceo, el gorjeo... y poco a poco van formando palabras.  Tienden a sobregeneralizar, ya que cuando conocen un objeto por una palabra, y existen otros objetos que se relacionan con el primero de alguna manera, suelen atribuir la misma palabra.  Por ejemplo: una niña empezó a utilizar la palabra BA inicialmente para nombrar el baño; luego centrando su atención en el elemento líquido, generalizó la palabra para referirse a la leche.  Y más tarde, recordando los grifos de la bañera, empleó la palabra BA para nombrar los grifos de la cocina.  Este proceso se conoce como “complejo encadenado” y es muy frecuente en los niños cuando están adquiriendo el lenguaje.  Quizá sea tan frecuente porque aunque no nombren los objetos con sus verdaderos nombres, sin embargo los adultos reforzamos esas palabras, ya que guardan relación entre la palabra y el objeto y eso nos da a entender que el niño va conociendo la relación entre el lenguaje y el mundo exterior.

Pero algunos niños ni siquiera se dan cuenta de que están “nombrando” objetos cuando pronuncian palabras aisladas, sino que el niño aprende primero las palabras y luego se da cuenta de que esas palabras son nombres. 

              Después de la emisión de palabras aisladas, o muchas veces incluso al mismo tiempo, los niños emiten palabras de dos en dos. Por ejemplo: “niño malo”, “no cama”... pero si nos damos cuenta, las combinaciones no suelen ser azarosas, sino que tienen relación, aunque no una estructura definida.  Ciertas palabras aparecen siempre en la misma posición, mientras que otras jamás aparecen aisladas.  Da la impresión de que los niños están utilizando unas reglas definidas a la hora de juntar palabras.  Analizando los grupos de palabras que formaban diferentes niños, se podría decir que están utilizando sus propias reglas gramaticales, las cuales han desarrollado ellos mismos.

 

BLOQUE II        Relaciones entre el conocimiento y el uso del lenguaje                                 

 

 

¿CÓMO ES LA “GRAMÁTICA” MENTAL DE LOS HABLANTES?

 

              Casi todos lo lingüistas, pretenden descubrir cómo es la “gramática” mental de los hablantes, es decir el sistema interiorizado de reglas que nos permite hablar y entender nuestra lengua.  Pues bien, para ello los lingüistas crearon la gramática transformacional.

              Para comprender en primer lugar qué es la gramática transformacional daré una breve definición recogida en “el pequeño Larousse 2003” que dice lo siguiente: La gramática transformacional es una “operación gramatical que convierte una estructura de la lengua en otra por medio de reglas explícitas”, es decir un cambio en las estructuras lingüísticas a través de reglas expresadas de manera clara y precisa.

Para explicar con claridad la gramática transformacional, voy a poner un ejemplo bastante apropiado.  Si nos imaginamos que una nave con pasajeros españoles, que utilizan un lenguaje, el español, desembarca en Júpiter.  Este planeta está habitado por una raza de insectos zancudos que se comunican entre sí agitando sus largas patas.  Los terrícolas aprenden con suma facilidad el idioma de los insectos, ya que cada signo representa una palabra y es muy fácil.  Pero el emperador Jupiteriano quiere aprender el español, ya que le parece muy interesante el hecho de andar y hablar a la vez.  Al principio le parece una tarea muy fácil, piensa que solo tiene que memorizar todas las frases que digan los terrícolas junto con sus significados.  Como es habitante de Júpiter carece de la capacidad natural de entender cómo funciona el lenguaje, por eso no es capaz de detectar las regularidades de las frases; simplemente se las aprende de memoria.  Así se pasa un año entero.  Pero sin embargo, el resultado es un desastre.  Enseguida se da cuenta de que no se ha aprendido las frases que necesita saber.  Cuando quiere preguntar a los visitantes si les gusta la sopa de erizo de mar, lo más parecido que recuerda haber aprendido es “Esta sopa tiene un sabor curioso. ¿de qué está hecha?” Para saber si les molesta la lluvia a los terrícolas, sólo se encuentra con la frase “está lloviendo. ¿Dónde podemos comprar botas de agua y paraguas?” 

Entonces se da cuenta de que es imposible que consiga memorizar todas las frases que se pueden emitir.  Descubre que cada frase está compuesta por unas unidades llamadas palabras, como lluvia, sopa... que se repiten. Pero aunque ahora es capaz de reconocer casi todas las palabras que oye, éstas siempre aparecen combinadas de forma diferente.  Así pues el emperador deduce dos hechos fundamentales acerca del lenguaje de los terrícolas: que tienen un número finito de elementos que se pueden combinar en una cifra astronómica de maneras diferentes y que lo que importa son las estructuras que hay detrás de las frases que había memorizado.

Para saber cuáles son estas estructuras decidió hacer una lista de palabras y tomar nota del lugar de la frase en la que aparecían. Pero se empezó a encontrar con problemas ya que algunas frases contenían errores que él no sabía como detectar. Por ejemplo: “pues yo, esto, me parece que lo que quería decir era que eso y tal” 

Otro problema era el de las asimetrías en las estructuras, ya que algunas palabras no podían ir relacionadas con otras en una determinada posición: “Diez toneladas eran pesadas por el elefante”. 

El emperador de Júpiter decidió arrestar al capitán de la nave para que le ayudara y le dijo que solo le pondría en libertad si le daba una relación de las reglas del español.  El capitán no sabía como explicárselo, pero después de mucho meditar descubrió lo siguiente: Las frases son ristras de palabras, con lo que el orden en que aparecen se puede predecir relativamente bien.  Se le ocurrió entonces que quizá la mente humana contiene una red de asociaciones en las que cada palabra está relacionada con las palabras que le preceden y le siguen en la frase.  Así empezó a construir una gramática que empezaba con una palabra que desencadenaba un conjunto de alternativas, asociadas a otras y así sucesivamente.  Pero para que una gramática sea adecuada, ha de reunir dos requisitos: en primer lugar, ha de generar todas las frases de una lengua y en segundo lugar, ha de funcionar de acuerdo con las intuiciones de los hablantes nativos.  Con la gramática que había ideado, se podría encontrar con frases relacionadas entré sí que, en cambio, tendrían estructuras diferentes.  Por consiguiente y después de todos los intentos del capitán terrícola por explicarle como aprender el lenguaje, el emperador se convenció de que el sistema más satisfactorio era un modelo transformacional del lenguaje, en el que las frases relacionadas comparten la misma estructura interna.  Pero a pesar de todo esto, el emperador no consiguió aprender la lengua correctamente con este sistema de gramática transformacional tampoco.

Como conclusión decir que los hablantes tenemos  intuiciones o conocimiento específico y la gramática transformacional pretende describir esta clase de conocimiento.

Con el ejemplo del emperador de Júpiter pretendo explicar lo difícil que es enseñar las reglas del lenguaje ya que no existe su conocimiento, sino que es algo inconsciente. 

 

¿HACE FALTA UNA GRAMÁTICA TRANSFORMACIONAL PARA HABLAR?

 

Normalmente existe una estrecha correspondencia entre la forma de la gramática transformacional y las operaciones que efectúa una persona cuando produce o comprende lenguaje.  Con esto quiero decir que la gramática transformacional sería como un almacén de información al que podemos recurrir si nos hace falta en algún momento al descodificar la oración, pero que no es necesaria para el hecho en sí de hablar, ya que como he dicho anteriormente, no se puede explicar qué es el lenguaje, cómo se aprende, sino que simplemente se aprende.  Tal vez porque cada individuo lo lleve en sus genes o porque lo vaya adquiriendo del medio que le rodea, pero la realidad es que lo adquiere.

 

BLOQUE III            Producción y comprensión del lenguaje                                 

 

 

¿CÓMO COMPRENDEMOS EL LENGUAJE?

 

              Es preciso saber en primer lugar, si existe alguna relación entre la comprensión o descodificación y la producción o codificación del lenguaje.  Debido a que no se tiene certeza de que ambas estén relacionadas directamente las voy a desglosar en dos apartados diferentes, empezando primero por la comprensión del lenguaje, puesto que ha sido la actividad más estudiada.

              Para comenzar voy a enumerar unos cuantos enunciados que los oyentes de una lengua suelen encontrar difíciles de comprender, a fin de explicar el por qué.  Por ejemplo: “A Ernesto le sacudió Luis unas alfombras” A nivel sintáctico es totalmente correcta.  Vamos a ver ahora la siguiente: “A Ernesto le vendió Luis unas alfombras”  Las dos frases nos dicen lo mismo, pero sin embargo la segunda es más fácil de comprender.  Si explicamos satisfactoriamente por qué la segunda oración es más difícil de comprender, habremos descubierto bastante sobre los mecanismos de descodificación.  Las oraciones ambiguas son también una buena prueba para estudiar la comprensión del lenguaje. 

              Con esto quiero decir que, al escuchar una oración que no esperamos o que no estamos acostumbrados a escuchar, necesitamos más tiempo para asimilarla y organizar la información en nuestra mente. El oyente rechaza pues, una de las posibles interpretaciones o al menos encuentra la oración difícil de interpretar cuando se cumplen los siguientes supuestos:

-         Va en contra de sus expectativas

-         Transgrede ciertos límites “psicológicos”

              Como he dicho anteriormente, todo individuo posee una estructura interna y otra externa del lenguaje.  Pues bien, si a nuestros oídos llega siempre la estructura externa en forma simple, es decir, como estamos acostumbrados a escucharla, no habrá ningún problema.  Pero el problema radica en que la estructura externa puede adoptar mucha formas, pasiva, subordinada, coordinada, pasiva refleja, etc. Nosotros estamos acostumbrados a escuchar las oraciones en forma activa y en esta forma es en la que se refleja nuestra estructura interna, con lo que si nos sacan de ahí, nos perdemos. 

              A partir de que una frase ambigua o cualquier otra frase que no esté en activa, llegue a nuestros oídos, tendremos que iniciar un proceso de descodificación a través del cual ordenaremos dicha frase dándole el significado apropiado a cada miembro y de esta manera comprender su significado será una tarea mucho más fácil, aunque sí llevará más tiempo del habitual.

              Los factores que afectan a la comprensión examinados hasta el momento son de carácter lingüístico. Sin embargo, las oraciones también pueden ser difíciles de comprender por razones psicológicas de carácter general.  Es posible que la comprensión requiera capacidades relacionadas con otros aspectos de la conducta humana, tales como la percepción visual o las habilidades matemáticas.  Por ejemplo, normalmente solemos tener problemas de comprensión con las frases demasiado largas, ya que quizá cuando terminen de decirnos la frase nos hayamos olvidado del principio.  Claro que no es sólo la longitud el problema, porque si a la vez que una frase es larga, es compleja, el oyente tendrá doble trabajo para descodificarla, primero recordarla, y si lo consigue, ordenarla.

              La solución a todos estos problemas puede parecer imposible, sin embargo y por encima de todo, la mente humana es una máquina enormemente poderosa, capaz de ejecutar múltiples procesos en paralelo.

              A continuación vamos a ver como se resuelve la producción del lenguaje, un área de investigación que plantea todavía más problemas que la comprensión.

 

¿CÓMO PLANIFICAMOS Y PRODUCIMOS EL LENGUAJE?

 

              Es increíblemente difícil observar cómo planifica y produce una persona el lenguaje.  Cuando alguien pronuncia un a frase, sabemos muy poco del tiempo que le ha llevado planificarla y de los procesos que ha empleado en ello.  Por desgracia, sólo existe una situación de la que podamos asegurar que el hablante está preparando mentalmente un mensaje, y es cuando está intentando recordar un nombre.  El hablante tiene el nombre que busca en la “punta de la lengua”, pero no termina de recordarlo.  Su mente no se halla totalmente en blanco en lo que respecta a esa palabra, sino que le queda una especia de sombra de ella.

              Las situaciones en las que el hablante corrige lo que acaba de decir, constituyen también una fuente de información, sin embargo se produce una demora relativamente larga entre el error y la corrección.  En tales situaciones los hablantes se comportan como si estuvieran escuchando a otro hablante, pero esto tampoco nos da mucha información. 

              Para poder saber con más precisión cómo se produce el lenguaje podemos tratar otros aspectos.  En primer lugar es muy importante el análisis de las pausas que se producen en el habla espontánea, de este modo podremos establecer en qué momentos se produce la planificación del lenguaje.  En segundo lugar, podemos analizar los errores espontáneos que se cometen al hablar, tanto los que se observan en las conversaciones entre personas normales, como los que se registran en las patologías del lenguaje, como la disfasia, o alteración del lenguaje por daño cerebral.

              Existen más puntos a tratar sobre como se planifica y se produce el lenguaje, que en resumen podríamos decir que:  Los procesos de producción del lenguaje son una conducta ensayada que se ejecuta con muchas prisas, hasta tal punto que el hablante no tiene tiempo para comprobar a fondo todos los detalles.  Del mismo modo que en la comprensión el hablante utiliza estrategias perceptivas, posiblemente también se utilizan estrategias en la producción.  El hablante no tiene tiempo para inspeccionar con detalle cada segmento de la palabra, y emplea un mecanismo de inspección para evitar que se produzcan demasiados errores en la emisión. 

              La planificación del lenguaje estaría dividida en dos etapas.  En la etapa  de planificación general, se seleccionan las palabras y se construye el marco sintáctico y el perfil de entonación del grupo tonal en su totalidad.  En la etapa de planificación de detalle, las palabras y sus terminaciones se insertan en el marco de la oración siguiendo la secuencia de pies de que se compone la misma, activándose primero la palabra acentuada de cada pie. Por último, se completan las sílabas no acentuadas.

              A pesar de este basto resumen, todavía quedan muchas lagunas por descubrir en relación a la producción del lenguaje, que gracias al trabajo de numerosos psicolingüistas poco a poco irán desapareciendo.

 

COCLUSIONES

 

              La psicolingüística es una ciencia moderna de la que todavía no se ha sacado todo el jugo.  Se han hecho muchos experimentos acerca de la adquisición del lenguaje, de si existen reglas para dicha adquisición, si los individuos estamos dotados de un sistema innato que nos capacita para comprender y producir el lenguaje o simplemente se aprende todo mediante la experiencia, etc.

              Pero desgraciadamente no a todas estas cuestiones se les puede dar respuesta.  Por lo pronto sabemos que tanto lingüistas como psicólogos están luchando por descubrir el misterio de la mente y su relación con el lenguaje, y si somos capaces de desarrollar el lenguaje sin saber ni siquiera cómo lo aprendemos, cuando se descubra como se puede aprender y enseñar, será un éxito total.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-                    IGOA GONZÁLEZ, JOSÉ MANUEL, El mamífero articulado: Introducción a la psicolingüística. Madrid: Alianza Editorial, 1992 (Versión española)

-                    LÓPEZ GARCÍA, A.: La psicolingüística. Madrid: Síntesis, 1988.

-                    VALLE ARROYO, F.: Psicolingüística. Madrid: Morata

-                    J. M. PETERFALVI, Introducción a la psicolingüística, Madrid-16 Ediciones Alcalá, S. A. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


origen y adquisicion lenguaje

22

 

UNIDAD 2 TEORÍAS SOBRE EL ORIGEN Y LA 

                     ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE

 

 

“En los comienzos del lenguaje, el hecho de poder dar

nombre a las cosas, de poseerlas por medio de la voz,

debió tener para  el hombre un encanto maravilloso y en

alguna forma oculto.   El mundo comenzó a ser dominado

en virtud de la palabra.

Es revelador que en las viejas historias existan palabras

mágicas que abren puertas, destruyen obstáculos, rinden

voluntades y cuyo secreto no se explica jamás.  El prestigio

ancestral de la palabra revive ante las voces extrañas, como

si su particular sonido abriera puertas cerradas en el alma.”

 

CIRO ALEGRÍA

 

Sobre el origen...

 

¿Cuándo surgió el lenguaje?  ¿Cuáles fueron las primeras palabras que dijo el hombre?  ¿Cuál es la lengua hablada más antigua del mundo?  ¿Todas las lenguas se desarrollaron desde una fuente común?  ¿Cómo se formaron las primeras palabras?  ¿Qué  lengua se hablaba en el Paraíso?

 

Son múltiples los interrogantes sobre el origen del lenguaje y las explicaciones sobre la manera como él surgió.  Preguntas que generan inquietud y fascinación, interrogantes que han dado lugar a experimentos y a fuertes controversias cuya historia se remonta 3.500 años atrás.

 

Durante el siglo XIX, las controversias sobre el origen del lenguaje llegaron a tal punto que en 1866 la Sociedad Lingüística de París se vio obligada a suspender cualquier debate sobre esta cuestión.

 

Lo cierto es que no poseemos un conocimiento directo sobre los orígenes y el desarrollo inicial del lenguaje.  No existe actualmente una hipótesis que pueda considerarse una explicación definitiva sobre el origen del lenguaje humano.

 

Para algunos investigadores, el lenguaje sería un fenómeno relativamente reciente surgido hace tan solo 30.000 años; para otros, por el contrario, la capacidad simbólica debe retrotraerse hasta 2 o 3 millones de años.

 

“Desde el punto de vista filogénico y evolutivo, el principal problema es que no existen órganos específicos del lenguaje, de modo que no puede estudiarse cómo han ido evolucionando.  Todos los elementos y factores morfológicos y fisiológicos que entran en juego en el lenguaje tienen ya una función biológica distinta:  los labios, la lengua, la garganta  (incluyendo las cuerdas vocales, que no tienen de suyo función lingüística, sino fonética), los pulmones y el encéfalo.  Sabemos que el lenguaje se encuentra vinculado con el encéfalo, es decir, con la corteza cerebral adaptativa.  Una lesión en determinadas zonas del encéfalo impide el desarrollo del lenguaje.  Pero, aunque hay una vinculación del lenguaje con la corteza adaptativa, la mera existencia de esa corteza no implica la existencia de habla:  si el niño no vive en un medio lingüístico, no aprenderá a hablar.  Por esto, aunque es cierto que el lenguaje surge en el cerebro humano, por otra parte, el cerebro llega a ser humano, a conformarse de modo humano, precisamente mediante el lenguaje o, en términos más generales, por la cultura y la educación.”[1]

 

Sobre la adquisición...

 

“El mundo era tan reciente que muchas cosas

carecían de nombre, y para mencionarlas

había que señalarlas con el dedo”

G. García Márquez, Cien años de soledad.

 

Al igual que el origen, la adquisición del lenguaje es un tema que ha concentrado la atención de todas las culturas.  Filósofos, lingüistas y psicólogos, basados en distintas consideraciones y criterios, han formulado teorías que pretenden explicar la ontogenia del lenguaje.

 

Las primeras teorías filosóficas sobre el lenguaje adoptaron una perspectiva NATURALISTA, es decir, sostenían la existencia de una relación natural entre los objetos y sus nombres.  Las palabras serían, en cierto modo, imitaciones de las cosas (teoría sostenida por Pitágoras y por los estoicos).

 

Otras teorías, dominantes durante muchos siglos, tuvieron un marcado acento EMPIRISTA:  el lenguaje surgiría de las imitaciones que las personas llevaban a cabo de los sonidos del ambiente  (las voces de los animales, los sonidos provocados por las reacciones instintivas y emocionales, sonidos producidos espontáneamente por las personas como reacción a los estímulos externos, etc.).

 

Una grave dificultad de estas últimas teorías es la suposición de que ha habido una evolución en el lenguaje humano, desde el lenguaje icónico al dígito.[2]   Si fuera así, debería haber unos idiomas más evolucionados que otros.  En realidad,  no existen idiomas más complejos o difíciles de aprender que otros : un niño tarda el mismo tiempo en aprender cualquiera de los idiomas existentes si se encuentra inmerso en esa comunidad lingüística.

 

Además, estas teorías tampoco son capaces de explicar la dimensión sintáctica del lenguaje, es decir, la existencia de unas leyes que rigen el uso del lenguaje.  Este es el problema más complejo a la hora de abordar el tema del origen del lenguaje.

 

Por último, está la teoría sostenida por N. Chomsky y por el estructuralismo contemporáneo, teoría de carácter RACIONALISTA. Para esta teoría, existen unos universales lingüísticos innatos y unas estructuras básicas que aparecen de golpe.  Chomsky afirma que “la adquisición de la lengua es en gran parte asunto de maduración de una capacidad lingüística innata, maduración que es guiada por factores internos, por una forma de lenguaje innata que se agudiza, diferencia y alcanza una realización específica a través de la experiencia.”

 

Sinteticemos en tres los argumentos de esta teoría:

1. El niño aprende su lengua nativa con extraordinaria facilidad y rapidez, y emite y comprende, de manera ilimitada, mensajes que nunca antes había escuchado.

2. Existe en el niño, por lo tanto, una “gramática interiorizada”, una estructura profunda que lo habilita para hacer un uso creativo del lenguaje.

3. Esto explica la existencia de unos universales lingüísticos [3], comunes a todas las lenguas.

 

Esta teoría ha sido ampliamente discutida.  Las críticas filosóficas, psicolingüísticas y estrictamente lingüísticas se han producido en estrecha relación, tanto que en ocasiones es difícil distinguir unas de otras.  ¿Con qué puede compararse el aprendizaje del lenguaje para considerarlo fácil y rápido?  ¿Es la experiencia lingüística del niño tan pobre y escasa como Chomsky pretende?    ¿Realmente la adquisición del lenguaje constituye un modo específico de aprendizaje distinguible de los demás y con requisitos propios?  ¿Existen los universales lingüísticos?  Pero el asunto capital lo concentra el siguiente interrogante:  ¿Se puede confirmar empíricamente el modelo chomskiano de adquisición del lenguaje?

 

En “los procesos de la Comunicación y del lenguaje”, Niño Rojas (1998 :19 - 22) agrupa en tres las más importantes teorías sobre la adquisición del lenguaje:  teorías AMBIENTALISTAS, NATIVISTAS Y COGNITIVISTAS.

 

1. TEORÍAS AMBIENTALISTAS:

Estas teorías consideran decisivos los factores externos provenientes del entorno y del medio social.  Se distinguen dos posiciones:  la de los lingüistas  (Saussure y el estructuralismo) y la de los psicólogos  (Skinner).

 

Tengamos en cuenta que Saussure consideraba la lengua como la parte social del lenguaje y que, por lo tanto, el niño la iba asimilando poco a poco, como una apropiación de algo procedente del exterior.  Skinner, el más notable de los psicólogos conductistas, trató de explicar la adquisición del lenguaje como un mecanismo basado en contingencias de refuerzo que operan sobre el sujeto para propiciar respuestas positivas.  Obviamente cabe señalar contra el conductismo que la adquisición del lenguaje no es sólo producto de un mecanismo de estímulo - respuesta.

 

2. TEORÍAS NATIVISTAS:

O teorías innatistas.  Estas teorías dan primacía a los factores internos al sujeto, mentales o biológicos.

 

Suponen estas teorías que los niños nacen con una capacidad innata de desarrollar el lenguaje  (en éstas se inscribiría la teoría racionalista de Chomsky, mencionada anteriormente).

 

3. TEORÍAS COGNITIVISTAS:

Tanto las teorías ambientalistas como las nativistas le dan una especial primacía al desarrollo lingüístico frente al cognitivo, al lenguaje frente al pensamiento.

 

Por el contrario, las teorías cognitivistas le otorgan la primacía al desarrollo de lo cognitivo, subordinan el lenguaje al pensamiento.  La explicación cognitivista de mayor trascendencia corresponde a la posición de Jean Piaget.  Pero también son importantes las teorías de Lev Vygotsky y Jerome Bruner.

 

Para Piaget, la función simbólica o semiótica [4] está en los orígenes del lenguaje en el niño y se desarrolla previamente al fenómeno lingüístico.  Los juegos simbólicos, la imagen gráfica y la imitación diferida son ejemplos donde lo lingüístico pasa a ser parte de una capacidad más amplia, la función simbólica.  Según este autor, la inteligencia es anterior al lenguaje, el cual, una vez adquirido, va a servir a lo cognitivo.

 

Otra tesis típica de Piaget, vinculada con la evolución del lenguaje infantil, es la distinción entre un lenguaje egocéntrico y un lenguaje socializado. 

 

El lenguaje egocéntrico, que cubre el 75% de la producción hasta los tres años, va disminuyendo y tiende a un descenso total después de los siente años, para dar paso al lenguaje socializado.

 

La actitud egocéntrica supone que el niño hasta el período preoperacional (2 a 7 años) es poco sensible a la función comunicativa del lenguaje, que prescinde de su interlocutor y que más bien habla para sí mismo.  Piaget ha señalado tres tipos de utilizaciones egocéntricas:  las repeticiones ecolálicas, los monólogos y los monólogos colectivos.

 

Esta tesis, que Piaget expuso en una de sus primeras obras  (El lenguaje y el pensamiento en el niño, 1923), recibió pocos años después una importante crítica por parte de Vygotsky.  La posición de Vygotsky es que no tiene sentido distinguir entre un lenguaje egocéntrico y un lenguaje socializado posterior, porque tanto en el niño como en el adulto la función primaria del lenguaje es la comunicación, el contacto social, y en este sentido, las formas más primitivas del lenguaje infantil son también sociales.  El discurso egocéntrico aparece cuando el niño transfiere las formas propias del comportamiento social al ámbito de sus funciones psíquicas internas.  Así pues, la línea de desarrollo no sería desde el lenguaje individual al social, sino desde el lenguaje social al lenguaje individual.

 

Vygotsky, además, dio un mayor margen de independencia a la relación lenguaje y pensamiento, ya que, según él, ambos proceden de raíces genéticas diferentes. De esta manera, el lenguaje verbal humano sería el resultado de dos raíces distintas, una natural y otra sociocultural. Vygotsky demostró que el niño en su primera infancia construye en su interacción con el medio físico esquemas representativos, y en su interacción con el medio social, esquemas comunicativos.  El lenguaje propiamente dicho resulta de la fusión de estas dos líneas de desarrollo, y en el proceso de interiorización, el lenguaje toma el control de las facultades mentales del hombre para convertirse en pensamiento. [5]

 

Jerome Bruner, a su vez, considera indisoluble el desarrollo de lo lingüístico y de lo cognitivo.  No le otorga importancia a cuál fue primero, puesto que prefiere considerarlos como dos procesos simultáneos, coincidentes.

 

Para Bruner, es imposible hablar de un desarrollo cognitivo disociado del desarrollo del lenguaje, así como tampoco es posible disociar el lenguaje de la influencia que sobre él ejerce el medio.

 

Sin lugar a dudas, podemos concluir que la adquisición del lenguaje involucra diversos factores.  Las destrezas de imitación, un mecanismo general de aprendizaje y los aspectos cognitivos desempeñan un papel determinante en el curso de esta adquisición. Estudios de psicolingüística y de psicología evolutiva realizados en las dos últimas décadas demuestran que la adquisición del lenguaje no sólo requiere bases cognitivas sino sobre todo situaciones comunicativasNaturalmente, quedan abiertos muchos interrogantes sobre un tema que aún continúa siendo objeto de investigación.

 

 

 

 

ESTADIOS DE DESARROLLO, SEGÚN PIAGET

 

 

 

ESTADIO

EDAD

CARACTERISTICAS

Inteligencia

0 - 2

Conductas reflejas.  Conceptos de permanencia del

Sensomotriz

 

objeto.  Manipulación de objetos.  Egocentrismo.

 

 

Noción de tiempo y espacio.  Surgimiento de la

 

 

función simbólica.

Pre-operaciones

2 - 7

Surgimiento del pensamiento conceptual y del

 

 

lenguaje.  Influjo de percepciones inmediatas y de la

 

 

intuición.  Lenguaje egocéntrico y gradual evolución  hacia la socialización.  Avance en la solución de problemas.

Operaciones

7 - 11

Actividades mentales con apoyos concretos.

Concretas

 

Manifestaciones de categorías conceptuales y

 

 

jerárquicas, seriación.  Progreso en la socialización.

Operaciones

11 - 15

Actividades mentales con abstracción e hipótesis.

Formales

 

Lógica combinatoria.  Solución de problemas a través

 

 

del racionamiento proposicional.

 

 

 

 


Ejercicios unidad 2

COMPRENSIÓN DE LECTURA

 

"Todos nos hemos preguntado alguna vez: ¿Cuáles fueron las primeras palabras que dijo el hombre? Las respuestas a esta adivinanza son tan variadas como las filosofías y los temperamentos. Aunque los lingüistas discuten todavía esta opinión, casi todos creen que las primeras expresiones orales de nuestra especie estaban más cerca del grito que del discurso. Si el hombre comenzó con el lenguaje, el lenguaje comenzó con una interjección.

Esta exclamación original, ¿fue de asombro, terror, deseo, alegría? Cualquiera que haya  sido su índole, con ella el hombre descubrió algo no menos decisivo que el sexo, el trabajo, la muerte: un interlocutor. La primera exclamación fue un reconocimiento: el hombre habló porque a su lado había otro hombre; empezó a ser hombre por ese reconocimiento del hombre que lo oía y que, al oírlo, lo comprendió y le respondió.  el hombre empezó a ser hombre por ese reconocimiento del otro... Nos fundó una exclamación, pero una exclamación compartida."

                                                                                                                                          Octavio Paz

 

1. La explicación sobre el origen del lenguaje ofrecida por el texto podría enmascararse dentro de una teoría de tipo:

 

A. psicológico                                          D. filosófico

B. religioso                                          E. ético

C. social

 

2. En la lectura, ÍNDOLE  puede sustituirse por:

 

A. calidad                                          D. carácter

B. intención                                          E. propósito

C. voluntad

 

3. El texto afirma que:

 

A. Las filosofías y los temperamentos son como las adivinanzas.

B. Las primeras manifestaciones orales fueron interrogaciones.

C. El hombre habló porque se sintió solo

D. Un interlocutor es menos importante que el sexo.

E. Una exclamación compartida nos inició como hombres.

 

4. La lectura anterior nos permite concluir que:

 

A. Realmente la especie humana es la única con capacidad de comunicación.

B. Se puede precisar el período de la historia en el cual se produjo la primera comunicación oral.

C. No existe una teoría que se pueda considerar como la única explicación científica sobre el origen del lenguaje.

D. Los lingüistas se enfrascan en discusiones improcedentes.

E. Las primeras exclamaciones del hombre fueron producidas por sus contactos con la naturaleza.

COMPLETACIÓN

 

Escribe en el espacio una palabra que complete el sentido lógico de la frase:

 

1.Eran tres hermanos, pero ________________ se parecía al otro.

2. Más parece un _____________ de navidad que una historia real.

3. Su fama se _________________ a comienzos de siglo.

4. Toda ___________ implica la existencia de partidos políticos.

5. Existen serios _____________ para inquietarse por la situación actual.

6. El orgullo se halla en el ______________ de todos los grandes errores.

7. Leer sin __________________ es como comer sin digerir.

8. La finalidad de la _____________ es dar a cada quien lo que se merece.

9. La verdad nos hace libres; aunque a veces nos convertimos en sus _______________.

10. Negamos muchas cosas, porque nuestra razón nos hace creer que son _________________.

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

 

 

CONESA, Francisco y NUBIOLA, Jaime.  Filosofía del lenguaje.  Barcelona : Harder, 1999.

 

CHOMSKY, Noam. El lenguaje y la mente en : Los fundamentos de la gramática

            transformacionalAntología preparada por Heles Contreras.  México : Siglo XXI,

           1971.

 

HIERRO S. PESCADOR, José.  Principios de filosofía del lenguaje.  Madrid : Alianza, 1980.

        

 

NIÑO ROJAS, Víctor Miguel.  Los procesos de la comunicación y del lenguaje.  Santa Fe de

           Bogotá : Ecoe, 1998.

 

PIAGET, Jean.  La formación del símbolo en el niño.  México : Fondo de Cultura  

          Económica, 1961.

 

-———— . El lenguaje y el pensamiento en el niño.  Buenos Aires : Guadalupe,

           1973.

 

____________. Seis estudios de psicologíaBarcelona : Barral Editores, 1974.

 

 

VYGOTSKY, Lev. S.  Pensamiento y lenguaje.  Buenos Aires : La pléyade, 1977.

 


[1] Francisco Conesa y Jaime Nubiola, “Filosofía del lenguaje”, Barcelona, Herder, 1999, p. 29.

[2] Recordemos que un sistema de comunicación es icónico si la relación entre el mensaje y la señal es simple y directa.  Cada signo representa uno solo y siempre el mismo mensaje:  el grito de dolor, el llanto, etc. pertenecen al lenguaje icónico.  Este lenguaje es común a hombres y a animales y en ambos casos tiene raíces instintivas y transmisión biológica.  El lenguaje propiamente humano es dígito.  Un sistema de comunicación es dígito si los mensajes se construyen a partir de elementos diversos entre sí, las relaciones entre signos y mensajes son arbitrarias, convencionales.  En el ser humano, además de un lenguaje dígito hay también un lenguaje icónico.

 

[3] En su obra The problem of Universals in Language, Charles Hockett suministra una variada lista. Menciona, por ejemplo, como en todas las lenguas existen los nombres propios, un elemento  para denotar al sujeto que habla y otro que denota al sujeto al cual se habla, elementos cuya denotación depende del contexto extralingüístico (ahora, aquí), etc.

[4] Dice Piaget (1974 :114) : Existe una función simbólica más amplia que el lenguaje y que incluye, además de los signos verbales, los símbolos en sentido estricto. 

[5] Para mayor información sobre este tema, ver VYGOTSKY, L. S.  Pensamiento y lenguaje.  Buenos Aires : La pléyade, 1977.